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La Montaña Palentina ha perdido el 40% de sus oficinas bancarias en la última década



En la última década, cuatro de cada diez oficinas bancarias que estaban en funcionamiento en la Montaña Palentina han desaparecido. Desde 2008, el año en el que oficialmente comenzó la crisis económica en España, se han clausurado en la zona hasta 13 sucursales de distintas entidades y en estos momentos solo continúan 21 abiertas y estables según los datos del Portal Estadístico de la Junta de Castilla y León, concentradas en seis municipios de la veintena que forma la comarca.

Las causas de esta importante caída no tienen sólo que ver con la dinámica de despoblación que está afectando a gran parte de la provincia y la comunidad autónoma, que también. Los procesos de fusión bancarias de muchas empresas del sector han obligado a ajustar el número de empleos y oficinas. Lo han hecho primero en aquellos lugares más pequeños o donde atendían a una menor población y, por tanto, donde el margen comercial era más bajo.

En estos momentos, los vecinos que tienen más cerca un banco son los de Aguilar de Campoo (7 sucursales), Barruelo de Santullán (2), Cervera de Pisuerga (4), Guardo (5), Santibáñez de la Peña (2) y Velilla del Río Carrión (1). Existen algunas oficinas más, pero no cumplen con los parámetros mínimos para ser consideradas como tal. Además, históricamente también había disfrutado de una ventanilla de Caja de Ahorros el municipio de Salinas de Pisuerga, pero en 2006 se extinguió.

Además, los cambios socioeconómicos que se han producido en la Montaña Palentina, los problemas de empleo y la crisis de industrias como la del carbón también tienen reflejo en el número de sucursales. En 1993, año en el que comienza la estadística de la Junta, Guardo y Aguilar de Campoo tenían el mismo número de oficinas. El primero de los municipios tenía seis de banca privada y cuatro de cajas de ahorros, mientras que la localidad galletera contaba con cinco de banca privada y otras tantas de cajas de ahorro. Ahora, la situación es muy distinta. Aguilar conserva siete y Guardo se ha quedado tan solo con cinco, la mitad de las que tenía hace dos décadas.

El porcentaje de caída del número de oficinas bancarias en la comarca es bastante mayor de la media nacional, que fue del 32%. A pesar de que este descenso es también muy destacable, las consecuencias prácticas en zonas con municipios de tamaño medio o pequeño son muy distinta. Si se clausura un establecimiento de este tipo en una gran ciudad, lo más probable es que exista otra sucursal en la misma localidad y, en el peor de los casos, los clientes tienen otras muchas opciones para abrir una cuenta, pedir un crédito o invertir el dinero, algo que no ocurre en las zonas rurales como la Montaña Palentina.


Los expertos avisan de que el ajuste del sector bancario es beneficioso para la viabilidad de las entidades, pero también que va en contra de la accesibilidad a los servicios económicos y financieros, algo básico. El profesor Joaquín Maudos, en su estudio 'Acceso a los servicios bancarios de España', asegura que la disminución del número de sucursales es menos importante en las zonas urbanas, donde muchas personas utilizan medios digitales para realizar operaciones bancarias. Pero en el mundo rural, donde la población está más envejecida, el problema es más importante.

De hecho, según los cálculos de Maudos, Palencia es la segunda provincia de España solo por detrás de Ávila donde más municipios no cuentan con una sucursal bancaria. De los 191 que existen, 159 (el 83,2%) están en esta situación, entre ellos Brañosera, Castrejón de la Peña, Dehesa de Montejo, La Pernía, Mantinos, Mudá, Polentinos, Pomar de Valdivia, Respenda de la Peña, Salinas de Pisuerga, San Cebrián de Muda, Triollo y Villalba de Guardo, en la Montaña Palentina.


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