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Guardo, Velilla y Valderrueda dan el visto bueno al estudio ambiental para construir una central hidroeléctrica



Los ayuntamientos de Guardo, Velilla del Río Carrión y Valderrueda, los tres afectados por el proyecto para la construcción de una central hidroeléctrica en la Montaña Palentina, acaban de dar el visto bueno al estudio ambiental presentado por la empresa, tal y como se recoge en el documento publicado recientemente en el Boletín Oficial del Estado (BOE). A su entender, no existen impedimentos para su puesta en funcionamiento una vez que se apliquen una serie de medidas correctoras al plan inicial. En la publicación, distintas administraciones locales, autonómicas y nacionales analizan la viabilidad de la central en función a su incidencia sobre el medio ambiente y destacan algunos puntos fuertes, pero también ciertas debilidades.

La iniciativa está promovida por la empresa Carrión S.L. y consiste en la construcción de una central hidroeléctrica reversible de 144 MW (dos grupos de 72 MW), que contiene instalaciones para el tratamiento de aguas residuales. La finalidad del proyecto por lo tanto es doble: por un lado, el aprovechamiento hidroeléctrico de las aguas procedentes del drenaje de las minas de Majadillas y Valdelabárcena, que, de forma natural, salen al exterior por gravedad y se incorporan a los arroyos Majadillas y de las Vacas para terminar en el río Carrión, sin depuración alguna; por otro lado, se pretende la depuración de dichas aguas aprovechando los fenómenos físicos que se dan en la central (agitación, oxigenación, aireación, precipitación y decantación en los depósitos, etc.), y su posterior vertido a cauce en mejores condiciones de calidad.

La Confederación Hidrográfica del Duero valora la "ausencia de construcción de obras que puedan hacer variar el curso natural de las aguas" y la no necesidad de crear ninguna presa o azud al tratarse de un drenaje de mina. Esto hace que el caudal de agua sea fijo y no dependa de las precipitaciones, lo que "garantiza la demanda". En cuanto a los puntos débiles, expone que está acompañado de un estudio de viabilidad económica y no detalla suficientemente las medidas a adoptar en caso de contingencias que puedan causar daños medioambientales. Ademas, la Confederación destaca que el documento ambiental "no garantiza la no afección a las aguas subterráneas".

Tras estudiar la propuesta, la Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Castilla y León también hace algunas recomendaciones relativas a actuaciones en la restauración de las escombreras que actualmente no se contemplan o a la ausencia de medidas para evitar la caída de fauna en los depósitos, así como garantizar un escape en caso de caída accidental. En su informe, la Junta recuerda que la actuación afectará a cinco montes de utilidad pública, pero ninguno de ellos son Espacios Naturales Protegidos. Sí está dentro del Plan de Recuperación del Oso Pardo, pero afecta a "áreas marginales" y está fuera de las zonas de protección del urogallo.

Mientras que la Subdelegación del Gobierno en León considera que la obra no producirá "impactos ambientales significativos" y la Diputación de Palencia afirma que el proyecto es "asumible por el medio" y que con algunas "medidas correctoras" el impacto negativo quedará minimizado, la Subdirección de Calidad del Aire del Ministerio sí que ve algunos problemas relativos a las emisiones al aire y al agua. Por último, han presentado alegaciones el Grupo Socialista de Guardo, el Grupo Socialista de Velilla, el partido político Cives, Ecologistas en Acción Palencia y la Asociación Terra SOStenible por distintos motivos. En ellas se recogen la falta de información a los vecinos, las dudas sobre la capacidad para generar energía, el "grave" impacto ambiental y visual y su incapacidad para generar empleo.

El proyecto

Según el proyecto presentado ante el Ministerio de Medio Ambiente, la intención de la empresa es captar las aguas residuales de los drenajes de la mina y llevarlas por gravedad a través de dos tuberías de 813 y 1.968 metros a una zona llana en la que se creará un depósito de 6.000 metros cúbicos para su posterior pretratado para eliminar el óxido de hierro y otros compuestos que puedan dañar la futura central hidroeléctrica. De ahí, el líquido pasará a dos depósitos que ocupan más de 15 hectáreas en los que se continuará la depuración de lodos y que requerirán 288 días para su llenado antes de generar energía en unas turbinas gracias a una caída de agua de 362 metros.

Precisamente, esos dos depósitos de 7,5 hectáreas cada uno son uno de los problemas que encuentra la asociación Ecologista sen Acción y IU Guardo, que afirman que se instalarán en medio de un monte con protección natural, bosques de robledales y hayas y en el que existe presencia de osos pardos. Según recogió hace año y medio la prensa local, la obra requerirá una inversión de 80 millones de euros y su construcción se prolongará por el plazo de dos años y medio.

1 comentario:

  1. Es una vergüenza que permitan hacer eso. Aparte del daño ambiental que es una pasada, el perjuicio que causa a los propietarios de fincas que se las van a expropiar por nada, además sin producir casi puestos de trabajo y todo para que los ayuntamientos recauden impuestos para irse de comidas y tirarlo en fiestas.

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