La petición para llevar ejemplares de buey almizclero a la Reserva del Bisonte de San Cebrián de Muda suma ya 600 apoyos

La petición de la Reserva del Bisonte Europeo situada en San Cebrián de Mudá y de la organización no gubernamental Bosque para el Planeta tierra de llevar a este punto protegido de la Montaña Palentina ejemplares de buey almizclero, una especie en serio peligro, ha sumado ya casi 600 apoyos a través de internet. Ambas organizaciones comenzaron hace unas semanas una campaña a través de la plataforma Change.org en la que piden a la Junta de Castilla y León, el Ministerio de Medio Ambiente y otros organismos implicados que faciliten esta opción para luchar así contra la amenaza que sufre este animal.

Desde la Reserva del Bisonte Europeo recuerdan que allí los animales viven en semilibertad, en un espacio de más de 200 hectáreas donde se realizan programas de conservación y reproducción. En estos momentos en San Cebrián de Mudá hay tres especies en peligro de extinción: el bisonte europeo, el caballo losino y el caballo prewaslki.

En la reserva han nacido 7 bisontes y 2 caballos losinos, "prueba de que los animales se adaptan bien". "Nuestro compromiso con la biodiversidad y el futuro del planeta quiere llegar mas allá, intentando traer más especies y concienciar a la sociedad", recuerdan desde la entidad.

Los interesados en firmar la petición pueden hacerlo en el siguiente enlace:
https://www.change.org/p/uni%C3%B3n-europea-que-permitan-traer-buey-almizclero-a-reserva-de-san-cebrian-de-muda-para-ayudar-a-salvarlo

El animal
El buey almizclero o buey almizclado (Ovibos moschatus), también llamado de forma menos frecuente toro almizclero, es un mamífero de la familia Bovidae. A pesar de su fuerte parecido externo con los bovinos, los bueyes almizcleros pertenecen a la subfamilia Caprinae, la misma en la que se incluyen las cabras y ovejas. El apelativo almizclero proviene de una serie de glándulas secretoras que presentan los machos y funcionan durante la época de celo.

Puede alcanzar hasta 2,3 metros de longitud y 1,5 de altura en la cruz, así como un peso máximo de 400 kg. El cuerpo es robusto y compacto, y las patas, cola y orejas, de escasa longitud. Está recubierto de una capa doble de pelo formado por un pelaje interno, más denso y corto, y otro externo, largo, lanoso y de color castaño oscuro, que le llega hasta la mitad de las patas y se muda poco antes de que comience el invierno. Todo esto le ayuda a hacer frente a los fríos polares típicos de la tundra, de donde es originario.

Los ejemplares adultos pueden llegar a vivir unos 25 años. Los cuernos están presentes en ambos sexos, aunque en el caso de las hembras están menos desarrollados; tienen sus bases, de aspecto aplastado, en el centro del cráneo y se curvan sobre sí mismas en los extremos, de forma vagamente similar a los del búfalo cafre africano.