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Podemos recuerda las "dudas técnicas" sobre la construcción de nuevas pistas forestales en el Parque de Fuentes Carrionas


La Consejería de Agricultura inició el pasado 2018 las obras para acometer las infraestructuras necesarias para ejecutar el proyecto de concentración parcelaria que se van a desarrollar en su totalidad dentro del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, en los que se prevé la construcción de cerca de 100 km de pistas en cada una de las zonas de Camporredondo-Los Cardaños y de La Castillería, y de más de 20 km en la zona de Polentinos. La superficie objeto de la concentración parcelaria es de 15.251,22 hectáreas, afectando a la totalidad de la superficie de los siete anejos de Velilla del Río Carrión, englobados en la zona de Alba de los Cardaños, Camporredondo de Alba, Cardaño de Abajo, Cardaño de Arriba, Otero de Guardo, Valcobero y Valsurbio, según la Declaración de Impacto Ambiental.

En este sentido, Podemos ha recordado el impacto negativo que puede tener este proyecto sobre el Parque Natural, que ya quedaron reflejados en el voto particular de la entonces Jefa de la Sección de Protección Ambiental del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Palencia en la Comisión de Prevención Ambiental de la provincia donde se fraguó y se aprobó por mayoría. Esta Comisión se encontró con el voto en contra de la que fuera Jefa de la Sección de Protección Ambiental, argumentado en que «el efecto de esta concentración sobre una de las zonas más sensibles de la Montaña Palentina es negativa».

Según este voto particular en contra del proyecto «los impactos positivos identificados son de poca entidad y no justifican los numerosos negativos: cambio del uso del suelo, eliminación de vegetación, incremento de la accesibilidad al territorio, y la alteración de cauces». En este sentido destaca la justificación de «la mayoría de los redactores de los estudios de impacto ambiental que señalaron como impactos severos la alteración de los hábitats de la fauna, la pérdida de las zonas de mayor riqueza biológica y los impactos asociados a la apertura de nuevos caminos: aumento de perturbaciones a la fauna por el incremento de la accesibilidad, del furtivismo y del riesgo de incendios”.

Así mismo expone que «los estudios de impacto ambiental no tienen medidas correctoras definidas para minimizar sus efectos y por lo tanto no son impactos asumibles en una zona en la que se solapan casi todas las categorías de protección existentes Parque Natural, Red Natura 2000, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Lugar de Interés Comunitario (LIC), ámbito de aplicación de la protección del oso pardo. Según argumenta, «los proyectos de concentración que en otras zonas pueden ser asumibles en relación al aumento de productividad no lo son en un espacio protegido por estos valores excepcionales que se deben conservar».

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